martes, 20 de octubre de 2015


Arte islámico

Este periodo se extiende por Oriente, una gran parte de Asia, por África y por la Península Ibérica.  Tienen como profeta a Mahoma, fueron influenciados por imperios como Bizantinos que utilizaban las bóvedas y  cúpulas, persas con el arco apuntado y el lobulado,  romanos con el uso de columnas, arco de medio punto y dovelas bicolores.
Este periodo se divide en tres épocas:
Época omeya y califal:


Mezquita de Córdoba, soluciones  técnico-artísticas bellas y complejas como las arquerías, bóvedas de nervios de dicha mezquita

Época de almohade


Torre de la Giralda de Sevilla y la Torre del Oro

Época nazarí


La Alhambra de Granada

Escultura
La escultura es escasa. Se reduce a las artes menores: cerámica, vidrio, marfil, cofres, etc. Sin embargo, existen relieves con motivos geométricos y caligrafía, en puertas y paredes. Este tipo de representaciones encuentra su ámbito en la élite social islámica, que gusta del lujo.

Escultura como la del Patio de los Leones en la Alhambra


El principal centro productor es la ciudad turca de Izmir (Esmira), en la que se fabricaron los primeros azulejos decorados.


En marfil destacan los olifantes (cuerno de marfil) de carácter decorativo y finamente labrados.


En la fabricación de vidrio aparecen nuevas técnicas, como el soplado y el vidrio pintado.


La madera se trabajó con mayor profusión, ya que las obras estaban destinadas a la talla de alminares, tribunas, mihrabes, armarios y recubrimiento interior de cubiertas.

La escultura, la pintura y el mosaico son aplicadas en lo ornamental

Capitel califal ornamentado en Medina Azahara

Detalle de la pintura de la bóveda de la sala de los reyes en la Alhambra (Granada). Está pintada sobre cuero

Encontramos cuatro tipos de ornamentación

Laceria: geométrica


Ataurique: vegetal













Arabesca:
enlaza laceria y ataurique


Caligráfica: textos religiosos en escritura arábiga o cúfica


                                                   Arábiga



       Cúfica

Arquitectura
Son edificios de dimensiones regulares, con materiales de construcción como el ladrillo y la madera, sus cubiertas son cúpulas, bóvedas nervadas y mocárabes de yeso, arcos de medio punto, apuntado, lobulados, el interior tiene una decoración rica y variada, a través de celosías permite el juego de luz y sombra.

De la Roca, Jerusalén


Aljafería de Zaragoza, primeras taifas, siglo XI

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