REPRESENTANTES DEL
RENACIMIENTO
5.- Paolo Uccello
Pintor renacentista italiano cuyo
verdadero nombre era Paolo di Dono, destacado por sus innovaciones en el uso de
escorzos y de la perspectiva lineal. Nació en Florencia y recibió su primera
formación del artista florentino Lorenzo Ghiberti. En 1425 marchó a Venecia
para diseñar los mosaicos de la fachada de San Marcos. De nuevo en Florencia,
en 1436 pinta el fresco del condottiero inglés sir John Hawkwood para la
catedral de Florencia, donde triunfa su ansia de volumen y monumentalidad. En
torno al año 1444 realiza una serie de vidrieras para la catedral, una de las
cuales, La Resurrección, se conserva todavía en su lugar originario. También se
conservan fragmentos de sus frescos en el claustro de Santa María Novella, en
Florencia, que datan de 1447 y representan la creación y el diluvio universal.
Sus obras más famosas son sin duda las tres versiones que realiza de la Batalla
de San Romano (Uffizi, Florencia; Louvre, París; National Gallery, Londres), a
fines de la década de 1440. En ellas destaca la figura monumental del caballo,
visto en los más violentos escorzos.
Catedral de Prato
Muestran una organización
compositiva perfecta, creada a través de un modelo de perspectiva precisa que
coloca los edificios elegantes y sencillos y las numerosas figuras humanas
dentro de un ritmo espacial equilibrado. Cada uno de los personajes tiene una expresión
diferente evidencia de una investigación sobre las características faciales que
más tarde se convertirá en típica de la pintura de Uccello. En la escena de la
Disputa de San Esteban, por ejemplo, el bello rostro del santo y las de los
personajes de pie a su alrededor son retratados con expresiones muy marcadas,
en algunos casos incluso grotescas, en un intento de dar a cada uno
características individuales. Detrás de este grupo de figuras hay una
construcción arquitectónica que recuerda a los edificios de Brunelleschi.
6.- Fra Angelico
Nació en 1395 - Roma, y murió en
1455, Pintor italiano. No se le atribuye ninguna obra hasta 1420 (relicarios
para Santa Maria Novella). Se orientó hacia un arte expresivo, instalado en el
espacio y bañado por la dulce luz florentina, que no atenúa en absoluto la
solidez de la composición y la firmeza de los volúmenes. Todas estas cualidades
aparecen con gran evidencia en sus obras fundamentales: Descendimiento (c.
1440), Lamentación sobre el cuerpo de Cristo (1440-1445), La coronación de la
Virgen (antes de 1445), la serie de pinturas realizadas para las celdas del
convento de San Marcos de Florencia y La Anunciación del Museo del Prado. Las
virtudes espirituales del pintor armonizan con la frescura y la delicadeza de
sus coloridos, con la elegancia del dibujo y con esa manera tan suya de ocupar
el espacio con el mínimo de medios y de efectos.
Casi nada se sabe de su formación
pictórica, aunque en su estilo se aprecia una transición entre elementos
temáticos de tipo trecentista o gótico (fondos dorados, alargamiento de las
figuras, gusto por el trazado de líneas curvas en los ropajes) y aspectos
innovadores más característicos del arte del Quattrocento: sentido del volumen,
intentos de profundización en perspectiva y, sobre todo, luminosidad de la
atmósfera, elemento este último de poderosa presencia en la obra del maestro.
Es probable que su iniciación artística se realizara de la mano del monje
camaldulense Lorenzo Monaco.
La Anunciación
Esta pintura forma parte de un
ciclo de pinturas murales de carácter religioso, con prespectiva lineal que
prolonga la habitación en el fondo, podemos observar que está basada en celdas
del Convento San Marcos, las figuras son bastantes planas con sus perfiles nítidos
sobre fondos neutros, con actitud serena
y conexión íntima que invitan a la meditación. En el fondo podemos la expulsión
del paraíso ha Adán y Eva. Sus ropajes son con pliegues con uso de colores como
el azul , oro que representan el lujo y el cielo.
7.- Sandro Botticelli
Su verdadero nombre era
Alessandro di Mariano Filipepi. Fue uno de los pintores más destacados del
renacimiento florentino. Desarrolló un estilo personalísimo, caracterizado por
la elegancia de su trazo, su carácter melancólico y la fuerza expresiva de sus
líneas. Botticelli, hijo de un curtidor, nació en Florencia. El nombre por el
que se le conoce (diminutivo italiano de la palabra botijo) era probablemente
el apodo de su hermano mayor o el nombre del orfebre del que fuera aprendiz.
Más tarde fue discípulo de Fra Filippo Lippi. Trabajó con el pintor y grabador
Antonio del Pollaiuolo, del que aprendió el dominio de la línea y también
recibió gran influencia de Andrea del Verrocchio. Hacia 1470 Botticelli ya
tenía su propio taller. Dedicó casi toda su vida a trabajar para las grandes
familias florentinas, especialmente los Médicis, para los que pintó retratos,
entre los que destaca su Retrato de Giuliano de Medici (1475-1476, Galería
Nacional de Arte, Washington, D.C.). La adoración de los Magos (1476- 1477,
Galería de los Uffizi, Florencia) no fue encargo de los Médicis pero en él
pintó a los personajes con rasgos muy parecidos a los de dicha familia. Como
integrante del brillante círculo intelectual y artístico de la corte de Lorenzo
de Médicis, Botticelli recibió la influencia del neoplatonismo cristiano de ese
círculo, que pretendía conciliar las ideas cristianas con las clásicas. Esa
síntesis se expresa en La primavera (c. 1478) y en El nacimiento de Venus
(posteriores a 1482), dos obras realizadas para una de las villas de la familia
Médicis, que hoy se hallan en la Galería de los Uffizi y que, probablemente,
son las obras más conocidas de Botticelli. Aunque los expertos no han llegado a
la interpretación definitiva de estos dos cuadros, sus elegantes personajes,
que forman diseños lineales abstractos bañados por una suave luz dorada,
podrían representar a Venus como símbolo del amor tanto cristiano como pagano.
Dentro de este ámbito profano también destaca la serie de cuatro cuadros Nastapio
degli Honesti (Museo del Prado, Madrid), donde recrea una de las historias del
Decamerón, de Bocaccio. Botticelli también pintó temas religiosos,
principalmente tablas de Vírgenes.
El nacimiento de Venus
Botticelli usa en las pinturas
las siguientes características; líneas sinuosas, canon estilizado, belleza
decorativa, los símbolos se asemejan entre sí como la rosa con el amor, la
concha trata de armonizar mitológicamente con la religión. Esta pintura está
dada por formas onduladas de ropajes del dios, cabellos de Venus, manto y ropa
de Flora marcan el sentido del movimiento pausado y elegante.
8.- Andrea Mantegna
Andrea Mantegna, uno de los más
grandes pintores del Quattrocento italiano, vino al mundo en 1431 en una
pequeña localidad del Véneto entre Vicenza y Padua. De orígenes humildes, muy
pronto quedaría huérfano, siendo criado por su hermano mayor y por Francesco
Squarcione, pintor y coleccionista paduano a cuyo taller se incorporaría Andrea
cuando tan sólo contaba con 10 años.
De la mano de Squarcione, el
joven Mantegna inició su formación clásica gracias a la influencia de su
maestro dentro de los círculos humanistas de Padua; por aquel entonces, uno de
los centros ilustrados más importantes del Renacimiento del norte de Italia.
Allí, además de visitar Venecia, tendría la oportunidad de conocer de primera
mano la obra de Donatello, Filippo Lippi y Paolo Uccello. Con sólo 17 años y de
una manera no del todo amistosa, rompió con Francesco Squarcione para
establecerse por su cuenta, recibiendo entonces sus primeros encargos que le
harían ganar una cierta reputación, lo que le serviría, en uno de sus viajes a
Venecia, para unirse en matrimonio con una hija del reconocido pintor Giovanni
Bellini.
Lamentación sobre Cristo
muerto
La escena muestra a Cristo
muerto, tendido sobre una losa de mármol de forma casi perpendicular al
espectador, en uno de los escorzos más violentos de la historia de la pintura.
En un fuerte contraste de luces y sombras, la escena transmite un profundo
sufrimiento y desolación. La tragedia se potencia dramatizando la figura de
Cristo por su violenta perspectiva y la distorsión de sus detalles anatómicos,
en especial el tórax. Los estigmas de las manos y los pies están representados
sin idealismo ni retórica. La sábana que cubre parcialmente el cadáver, pintada
en los mismos tonos que el cuerpo, contribuye al efecto sobrecogedor del
conjunto que concluye en los rasgos de la cabeza, inclinada e inmóvil.
9.- Leonardo Da Vinci
Leonardo nació en Anchiano, cerca
de Vinci, Italia; antes de que se adoptaran las convenciones de nombres
actualmente vigentes en Europa, Leonardo creció con su padre en Florencia. A lo
largo de su vida Leonardo se mantuvo como vegetariano por razones éticas. Sus
primeros bocetos eran de tal calidad que tan pronto como su padre los mostró al
pintor Andrea del Verrocchio este tomó al joven de catorce años como aprendiz.
Posteriormente Leonardo montó su propio taller como pintor independiente en
Florencia.
Leonardo permaneció en Milán por
un tiempo, hasta que una mañana se encontró con que arqueros franceses estaban
usando su modelo de arcilla a escala real para el "Gran Cavallo" como
blanco de práctica para el tiro. Abandonó entonces Milán, junto a Salai y su
amigo Luca Pacioli (que era inventor y contador), yendo a Mantua, mudándose de
nuevo a los dos meses hacia Venecia y volviendo a Florencia a finales de abril
del 1500. Desde 1513 a 1516 vivió en Roma, donde en ese momento trabajaban
pintores como Rafael y Miguel Ángel; no tuvo sin embargo mucho contacto con
estos artistas. De todas maneras se cree que la presencia de Leonardo fue de
importancia capital para el cambio de sitio del "David", la obra
maestra de Michelangelo, quien al parecer estaba disgustado por ello.
En 1518 Salai abandonó a Leonardo
y retornó a Milán, donde más adelante perecería en un duelo. El rey llegó a
convertirse en un amigo cercano del artista. Falleció una semana antes de su 67
cumpleaños en Cloux, Francia, en 1519 en los brazos del rey Francisco.
La Mona Lisa
La técnica se usa óleo sobre
tabla, con la perspectiva capta el aire entre el espectador y el fondo, por eso
el grosor de la atmósfera se capta con el cambo de tonalidades azuladas, el
paisaje esta dado a diferentes alturas.
Tiene una estructura piramidal, mujer
sentada en un escorzo lateral y cabeza levemente girada que contrasta con el
brazo de la silla casi paralela al plano del cuadro, en la mujer utiliza el
claroscuro muy suavemente mediante luces intermedias con transparencias y reflejos
matizados, el modelo del rostro es dulcificado, de aires melancólico mediante
el difuminado, haciendo juego con tenues transparencias brillantes y
sombreadas, destaca la posición ambigua de comisuras de labios entre sonrientes
y nostálgicos y la vez sus gruesos parparos.
También podemos observar el gusto
por el detalle descripción minuciosa del encaje, el estudio naturalista de los
pliegues del vestido, al estar representado con los contornos más nítidos, el estudio
de las manos con dedos alargados y dispuestos con gran expresidad.
10.- Miguel Ángel
Miguel Ángel Bounarroti fue un
escultor, pintor y arquitecto italiano del siglo XV y XVI (nació el 6 de marzo
de 1475 y murió el 18 de febrero de 1564) conocido principalmente por la obra
pictórica que recubre la bóveda de la Capilla Sixtina. Realizó su primera
escultura a gran escala, el monumental Baco (1496-1498, Museo del Barguello,
Florencia) y talló la Piedad del Vaticano con veintitrés años. En esa misma
época esculpió también la Pietà (1498-1500) para San Pedro del Vaticano, que
aún se conserva en su emplazamiento original y es la única obra en la que
aparece su firma. Su estilo de juventud viene marcado por la gigantesca (4,34
metros) escultura en mármol del David (Academia, Florencia), realizada entre
1501 y 1504, tras su regreso a Florencia. Nació en Caprese, municipio italiano
de la provincia de Arezzo, denominado actualmente Caprese Michelangelo en su
honor. Comenzó su formación como pintor a los 12 años en el taller de la
familia Ghirlandaio y un año más tarde se adentraría en el mundo de la
escultura a través de Bertoldo di Giovanni, el cuál le introduciría en el
influyente círculo de los Médici. Desde entonces desarrolló una fructífera vida
artística entre Florencia y Roma, de cuyo amplio legado destacan dos grandes
obras: El David y la bóveda de la Capilla Sixtina.
Como arquitecto no comenzó hasta
1519, cuando diseñó la fachada (no realizada) de la Iglesia de San Lorenzo en
Florencia, ciudad a la que había regresado tras su estancia en Roma. Durante la
década de 1520 diseñó también la Biblioteca Laurenciana, anexa a la citada
iglesia, aunque los trabajos no finalizaron hasta varias décadas después.
También emprendió -entre 1519 y 1534- el encargo de hacer las tumbas de los
Medici en la Sacristía Nueva de San Lorenzo.
El juicio Final
Esta pintura fue encargada por el
Papa Clemente VII, a los pies de la capilla Sixtina, capta la caída de los ángeles
rebeldes y otro en el altar sobre la resurrección.
El fondo azul intenso de luminosidad
uniforme donde desaparecen las referencias espaciales una imagen donde las
figuras giran alrededor de Jesucristo.
Cristo destaca por su tamaño y
por estar aislado del resto de las figuras. Se puede apreciar dimensiones de
los personajes con altura para compensar la lejanía de punto de contemplación. También
podemos ver doble movimiento: Ascensional y Descendente.
También podemos decir que la distribución
está dada por zonas con apelmazamiento
de personajes y otras marcadas con vacíos.
La pintura está divida en cuatro
franjas,
En el primer nivel desde la parte
superior podemos ver el inframundo, a un lado tenemos muertos resucitados y al otro
las almas condenadas.
Segundo nivel, elegidos que se elevan ángeles con trompetas y
condenados arrastrados por los demonios.
Tercer nivel santos, profetas y demás bienaventurados alrededor
de Jesús
Cuarto nivel ángeles portando los
instrumentos de la pasión.
11.- Rafael Sanzio
Rafael Sanzio nace en Urbino en
1483, hijo de un pintor no demasiado excelente, Giovanni de Santi, pero que
tuvo el buen criterio de encaminar los pasos de su vástago hacia el mundo del
arte. Será con el padre con quien inicie Rafael su aprendizaje, ayudándolo en
el desarrollo de algunas de las obras que tenía encargadas en Urbino, pasando
posteriormente a conocer los rudimentos de la pintura de manos de Timoteo Viti
antes de ser enviado a Perugia a formarse en compañía de Pietro Vannucci, más
conocido como El Perugino.
Pronto, el discípulo alcanzará al
maestro, llegando incluso a ser difícil distinguir lo ejecutado por la mano de
cada uno de ellos, como se puede apreciar en algunas obras primerizas como
Coronación de la Virgen, en la que Rafael colaboró realizando algunas figuras
(hacia 1502). Durante toda la etapa inicial de formación del artista va a ser
apreciable la influencia del estilo peruginesco en su obra, influencia a la que
no se sobrepondrá hasta que no viaje a Florencia, conozca la obra de Leonardo y
trabe amistad con diferentes artistas que resultarán del mismo modo influyentes
en su pintura (como Fra Bartolomeo), surgiendo entonces un Rafael mucho más
personal (que se tornará ligeramente monumental una vez conozca en Roma la obra
de Miguel Ángel).
Rafael ha sido considerado
históricamente, junto con Leonardo y Miguel Ángel, como uno de los pilares del
Cinquecento italiano, además de uno de los grandes genios de la pintura de
todos los tiempos. Deudor en sus inicios de influencias quattrocentistas, el
representante perfecto del arte clasicista antes de que éste entre en su
etapa de "decadencia" (y Rafael con él en sus últimos años,
arrastrado por el potente manierismo miguelangelesco).
Triunfo de Galatea
Composición simétrica; eje
central con figura principal, distribución equilibrada de figuras a ambos
lados, arco inferior que forman personajes se equilibran con arco superior de
querubines cerrando la estructura.
En esta pintura se puede ver el
estudio anatómico, el estudio de la temática mitológica, las línea de tensión de
flechas que se dirigen con atención hacia el personaje principal, el espacio es
inundado de luz brillante y alegre, con la combinación de colores; nacarados de
ninfas frente a oscuros de tritones y centauros.
12.- Tiziano
Figura principal de la escuela
veneciana del siglo XVI y configurador de su tradición colorística y pictórica.
Tiziano, cuyo nombre completo era Tiziano Vecellio, nació en Pieve di Cadore,
al norte de Venecia, en 1477, aunque algunos especialistas fechan su nacimiento
diez años después, en 1487. En Venecia, fue condiscípulo de Giorgione en el
taller de los Bellini. Giovanni Bellini dejó una destacada impronta en su obra.
Las obras juveniles de Tiziano se confunden a veces con las del pintor
veneciano Giorgione, creando problemas a los especialistas. La primera
referencia documental que poseemos de Tiziano data de 1508, a raíz del encargo
de los frescos para el exterior del Fondaco dei Tedeschi (Lonja de los
alemanes), en colaboración con Giorgione. Por desgracia, los frescos nos han
llegado sólo de modo fragmentario. Los especialistas disienten sobre las obras
de principios del siglo XVI que deben adscribirse a Tiziano. Entre estas
primeras obras deben citarse la Natividad Allendale (National Gallery, ciudad
de Washington), todavía atribuida a Giorgione por muchos autores, y El
concierto campestre (hacia 1510, Museo del Louvre, París), atribuida por lo
general a Giorgione, aunque hoy se piensa que es obra de Tiziano o una obra de
colaboración entre ambos. Del mismo modo, los estudiosos del tema muestran
unanimidad a la hora de atribuir a Tiziano la Virgen gitana (hacia 1510,
Kunsthistorisches Museum, Viena). Esta pintura es una adaptación de una
composición de Giovanni Bellini, pero la Virgen presenta aquí un tipo más
realista y los colores y texturas tienen una calidad que preludia la obra
posterior de Tiziano. En Padua, Tiziano realiza en 1511 los frescos de los
Milagros de san Antonio para la Scuola del Santo. Estas narraciones demuestran
su capacidad para dotar a las figuras de un sentimiento de aflicción
convincente, de vida impulsiva, al tiempo que ordena los hechos con realismo en
el marco de paisajes de gran viveza. Tiziano poco a poco enriqueció el idílico
estilo de Giorgione. Los cuerpos y los objetos adquieren progresivamente una
sensual densidad y esplendor, los paisajes se vuelven más resonantes, la gama
cromática gana en intensidad y profundidad pero también en armonía como se
observa en Las tres edades del hombre en 1513, Galería Nacional de Escocia,
Edimburgo, y Amor divino y amor profano en 1515, Galería Borghese, Roma. El
proceso culminó en las bacanales que Tiziano pintó para el duque Alfonso d´Este
en una estancia de su palacio de Ferrara entre 1518 y 1522 Bacanal y La ofrenda
a Venus del Museo del Prado, Madrid, y Baco y Ariadna, hoy en la National
Gallery de Londres.
Paulo III con sus sobrinos
Lo que Tiziano quiere representar
en esta pintura es el estudio psicológico de cada personaje, el contraste entre
colores vivos, con juegos de luz sobre blancos y rojos intensos, y tonalidades más
apagadas de la misma gama. Su composición teatral por que en cada personaje se
observa la naturaleza por actitud de dialogo que se establece entre las tres
figuras, sus pinceladas son muy diluidas.
13.- Tintoretto
Pintor italiano, conocido como el
Tintoretto por ser hijo de un tintorero, nacido en Venecia en 1518 y muerto en
la misma ciudad en 1594. Su verdadero nombre era Jacobo Robusti. Desde el siglo
XVII se creía que había sido discípulo de Tiziano y se señalaba la rápida
aparición de contrastes entre maestro y discípulo que produce su
distanciamiento. Pero en realidad, pese a que desde las primeras obras del
artista se encuentran referencias a Tiziano, como en la Conversación de Saulo o
en el Ecce Homo, sus inicios se encuentran ligados a la actividad de artistas
como Bonifacio de Pitati o del Pordenone, y sobre todo a la difusión en los
ambientes venecianos de elementos del gusto florentino y romano, además del
estudio que realiza de dibujos y grabados de obras de la Italia central y
reproducciones de esculturas de Miguel Ángel y Sansovino.
En sus primeras obras, pintadas a
partir de 1540, es evidente un interés por los motivos arquitectónicos de
carácter escénico, y por la misma escena trágica, planteada en obras como
Salomón y la reina de Saba o Cristo y la adúltera, donde el planteamiento
teatral de la composición se une a la voluntad de acentuar la tensión dramática
de la acción, mediante fuertes escorzos y gran gesticulación. Este mismo
interés se muestra en el Lavado de los Pies de 1547, para el presbiterio de San
Marcuola, y en El Milagro del esclavo liberado de 1548. El tema de la
intervención milagrosa y la liberación es recurrente en las pinturas de los
años siguientes: San Roque sana a los apestados, de 1549, o San Agustín sana a
los cojos, donde las formas abiertamente espectaculares y teatrales se conjugan
con una gran intensidad emotiva.
La Última Cena
Pese a ser un tema muy
tradicional el artista ha optado por una composición muy novedosa, la figura de
Jesucristo, lejos de ser el eje central del cuadro aparece marginado en una
esquina, los protagonistas de la escena se mezclan con personajes secundarios y
la ambientación tiene una extraña mezcla entre lo mundano y lo divino que
ofrece un aspecto de ensoñación.
Netgrafia
https://es.wikipedia.org/wiki/La_Anunciaci%C3%B3n_(Fra_Angelico,_Madrid)
http://arteinternacional.blogspot.com/2014/04/pintura-del-quatrocento-paolo-ucello.html
http://www.arteespana.com/fraangelico.htm
http://www.artehistoria.com/v2/personajes/2641.htm
http://www.epdlp.com/pintor.php?id=304
http://www.artehistoria.com/v2/personajes/3077.htm
http://www.mercaba.org/Manuel/ARTE/San_Marcos_liberando_al_esclavo_de_Tintoretto.htm
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