miércoles, 18 de noviembre de 2015

REPRESENTANTES DEL RENACIMIENTO

5.- Paolo Uccello


Pintor renacentista italiano cuyo verdadero nombre era Paolo di Dono, destacado por sus innovaciones en el uso de escorzos y de la perspectiva lineal. Nació en Florencia y recibió su primera formación del artista florentino Lorenzo Ghiberti. En 1425 marchó a Venecia para diseñar los mosaicos de la fachada de San Marcos. De nuevo en Florencia, en 1436 pinta el fresco del condottiero inglés sir John Hawkwood para la catedral de Florencia, donde triunfa su ansia de volumen y monumentalidad. En torno al año 1444 realiza una serie de vidrieras para la catedral, una de las cuales, La Resurrección, se conserva todavía en su lugar originario. También se conservan fragmentos de sus frescos en el claustro de Santa María Novella, en Florencia, que datan de 1447 y representan la creación y el diluvio universal. Sus obras más famosas son sin duda las tres versiones que realiza de la Batalla de San Romano (Uffizi, Florencia; Louvre, París; National Gallery, Londres), a fines de la década de 1440. En ellas destaca la figura monumental del caballo, visto en los más violentos escorzos.

Catedral de Prato

Muestran una organización compositiva perfecta, creada a través de un modelo de perspectiva precisa que coloca los edificios elegantes y sencillos y las numerosas figuras humanas dentro de un ritmo espacial equilibrado. Cada uno de los personajes tiene una expresión diferente evidencia de una investigación sobre las características faciales que más tarde se convertirá en típica de la pintura de Uccello. En la escena de la Disputa de San Esteban, por ejemplo, el bello rostro del santo y las de los personajes de pie a su alrededor son retratados con expresiones muy marcadas, en algunos casos incluso grotescas, en un intento de dar a cada uno características individuales. Detrás de este grupo de figuras hay una construcción arquitectónica que recuerda a los edificios de Brunelleschi.

6.- Fra Angelico

Nació en 1395 - Roma, y murió en 1455, Pintor italiano. No se le atribuye ninguna obra hasta 1420 (relicarios para Santa Maria Novella). Se orientó hacia un arte expresivo, instalado en el espacio y bañado por la dulce luz florentina, que no atenúa en absoluto la solidez de la composición y la firmeza de los volúmenes. Todas estas cualidades aparecen con gran evidencia en sus obras fundamentales: Descendimiento (c. 1440), Lamentación sobre el cuerpo de Cristo (1440-1445), La coronación de la Virgen (antes de 1445), la serie de pinturas realizadas para las celdas del convento de San Marcos de Florencia y La Anunciación del Museo del Prado. Las virtudes espirituales del pintor armonizan con la frescura y la delicadeza de sus coloridos, con la elegancia del dibujo y con esa manera tan suya de ocupar el espacio con el mínimo de medios y de efectos.
Casi nada se sabe de su formación pictórica, aunque en su estilo se aprecia una transición entre elementos temáticos de tipo trecentista o gótico (fondos dorados, alargamiento de las figuras, gusto por el trazado de líneas curvas en los ropajes) y aspectos innovadores más característicos del arte del Quattrocento: sentido del volumen, intentos de profundización en perspectiva y, sobre todo, luminosidad de la atmósfera, elemento este último de poderosa presencia en la obra del maestro. Es probable que su iniciación artística se realizara de la mano del monje camaldulense Lorenzo Monaco.

La Anunciación


Esta pintura forma parte de un ciclo de pinturas murales de carácter religioso, con prespectiva lineal que prolonga la habitación en el fondo, podemos observar que está basada en celdas del Convento San Marcos, las figuras son bastantes planas con sus perfiles nítidos sobre fondos neutros, con actitud serena  y conexión íntima que invitan a la meditación. En el fondo podemos la expulsión del paraíso ha Adán y Eva. Sus ropajes son con pliegues con uso de colores como el azul , oro que representan el lujo y el cielo.

7.- Sandro Botticelli

Su verdadero nombre era Alessandro di Mariano Filipepi. Fue uno de los pintores más destacados del renacimiento florentino. Desarrolló un estilo personalísimo, caracterizado por la elegancia de su trazo, su carácter melancólico y la fuerza expresiva de sus líneas. Botticelli, hijo de un curtidor, nació en Florencia. El nombre por el que se le conoce (diminutivo italiano de la palabra botijo) era probablemente el apodo de su hermano mayor o el nombre del orfebre del que fuera aprendiz. Más tarde fue discípulo de Fra Filippo Lippi. Trabajó con el pintor y grabador Antonio del Pollaiuolo, del que aprendió el dominio de la línea y también recibió gran influencia de Andrea del Verrocchio. Hacia 1470 Botticelli ya tenía su propio taller. Dedicó casi toda su vida a trabajar para las grandes familias florentinas, especialmente los Médicis, para los que pintó retratos, entre los que destaca su Retrato de Giuliano de Medici (1475-1476, Galería Nacional de Arte, Washington, D.C.). La adoración de los Magos (1476- 1477, Galería de los Uffizi, Florencia) no fue encargo de los Médicis pero en él pintó a los personajes con rasgos muy parecidos a los de dicha familia. Como integrante del brillante círculo intelectual y artístico de la corte de Lorenzo de Médicis, Botticelli recibió la influencia del neoplatonismo cristiano de ese círculo, que pretendía conciliar las ideas cristianas con las clásicas. Esa síntesis se expresa en La primavera (c. 1478) y en El nacimiento de Venus (posteriores a 1482), dos obras realizadas para una de las villas de la familia Médicis, que hoy se hallan en la Galería de los Uffizi y que, probablemente, son las obras más conocidas de Botticelli. Aunque los expertos no han llegado a la interpretación definitiva de estos dos cuadros, sus elegantes personajes, que forman diseños lineales abstractos bañados por una suave luz dorada, podrían representar a Venus como símbolo del amor tanto cristiano como pagano. Dentro de este ámbito profano también destaca la serie de cuatro cuadros Nastapio degli Honesti (Museo del Prado, Madrid), donde recrea una de las historias del Decamerón, de Bocaccio. Botticelli también pintó temas religiosos, principalmente tablas de Vírgenes.

El nacimiento de Venus

Botticelli usa en las pinturas las siguientes características; líneas sinuosas, canon estilizado, belleza decorativa, los símbolos se asemejan entre sí como la rosa con el amor, la concha trata de armonizar mitológicamente con la religión. Esta pintura está dada por formas onduladas de ropajes del dios, cabellos de Venus, manto y ropa de Flora marcan el sentido del movimiento pausado y elegante.
8.- Andrea Mantegna

Andrea Mantegna, uno de los más grandes pintores del Quattrocento italiano, vino al mundo en 1431 en una pequeña localidad del Véneto entre Vicenza y Padua. De orígenes humildes, muy pronto quedaría huérfano, siendo criado por su hermano mayor y por Francesco Squarcione, pintor y coleccionista paduano a cuyo taller se incorporaría Andrea cuando tan sólo contaba con 10 años.
De la mano de Squarcione, el joven Mantegna inició su formación clásica gracias a la influencia de su maestro dentro de los círculos humanistas de Padua; por aquel entonces, uno de los centros ilustrados más importantes del Renacimiento del norte de Italia. Allí, además de visitar Venecia, tendría la oportunidad de conocer de primera mano la obra de Donatello, Filippo Lippi y Paolo Uccello. Con sólo 17 años y de una manera no del todo amistosa, rompió con Francesco Squarcione para establecerse por su cuenta, recibiendo entonces sus primeros encargos que le harían ganar una cierta reputación, lo que le serviría, en uno de sus viajes a Venecia, para unirse en matrimonio con una hija del reconocido pintor Giovanni Bellini.

Lamentación sobre Cristo muerto

La escena muestra a Cristo muerto, tendido sobre una losa de mármol de forma casi perpendicular al espectador, en uno de los escorzos más violentos de la historia de la pintura. En un fuerte contraste de luces y sombras, la escena transmite un profundo sufrimiento y desolación. La tragedia se potencia dramatizando la figura de Cristo por su violenta perspectiva y la distorsión de sus detalles anatómicos, en especial el tórax. Los estigmas de las manos y los pies están representados sin idealismo ni retórica. La sábana que cubre parcialmente el cadáver, pintada en los mismos tonos que el cuerpo, contribuye al efecto sobrecogedor del conjunto que concluye en los rasgos de la cabeza, inclinada e inmóvil.


9.- Leonardo Da Vinci

Leonardo nació en Anchiano, cerca de Vinci, Italia; antes de que se adoptaran las convenciones de nombres actualmente vigentes en Europa, Leonardo creció con su padre en Florencia. A lo largo de su vida Leonardo se mantuvo como vegetariano por razones éticas. Sus primeros bocetos eran de tal calidad que tan pronto como su padre los mostró al pintor Andrea del Verrocchio este tomó al joven de catorce años como aprendiz. Posteriormente Leonardo montó su propio taller como pintor independiente en Florencia.
Leonardo permaneció en Milán por un tiempo, hasta que una mañana se encontró con que arqueros franceses estaban usando su modelo de arcilla a escala real para el "Gran Cavallo" como blanco de práctica para el tiro. Abandonó entonces Milán, junto a Salai y su amigo Luca Pacioli (que era inventor y contador), yendo a Mantua, mudándose de nuevo a los dos meses hacia Venecia y volviendo a Florencia a finales de abril del 1500. Desde 1513 a 1516 vivió en Roma, donde en ese momento trabajaban pintores como Rafael y Miguel Ángel; no tuvo sin embargo mucho contacto con estos artistas. De todas maneras se cree que la presencia de Leonardo fue de importancia capital para el cambio de sitio del "David", la obra maestra de Michelangelo, quien al parecer estaba disgustado por ello.
En 1518 Salai abandonó a Leonardo y retornó a Milán, donde más adelante perecería en un duelo. El rey llegó a convertirse en un amigo cercano del artista. Falleció una semana antes de su 67 cumpleaños en Cloux, Francia, en 1519 en los brazos del rey Francisco.

La Mona Lisa

La técnica se usa óleo sobre tabla, con la perspectiva capta el aire entre el espectador y el fondo, por eso el grosor de la atmósfera se capta con el cambo de tonalidades azuladas, el paisaje esta dado a diferentes alturas.
Tiene una estructura piramidal, mujer sentada en un escorzo lateral y cabeza levemente girada que contrasta con el brazo de la silla casi paralela al plano del cuadro, en la mujer utiliza el claroscuro muy suavemente mediante luces intermedias con transparencias y reflejos matizados, el modelo del rostro es dulcificado, de aires melancólico mediante el difuminado, haciendo juego con tenues transparencias brillantes y sombreadas, destaca la posición ambigua de comisuras de labios entre sonrientes y nostálgicos y la vez sus gruesos parparos.
También podemos observar el gusto por el detalle descripción minuciosa del encaje, el estudio naturalista de los pliegues del vestido, al estar representado con los contornos más nítidos, el estudio de las manos con dedos alargados y dispuestos con gran expresidad.

10.- Miguel Ángel

Miguel Ángel Bounarroti fue un escultor, pintor y arquitecto italiano del siglo XV y XVI (nació el 6 de marzo de 1475 y murió el 18 de febrero de 1564) conocido principalmente por la obra pictórica que recubre la bóveda de la Capilla Sixtina. Realizó su primera escultura a gran escala, el monumental Baco (1496-1498, Museo del Barguello, Florencia) y talló la Piedad del Vaticano con veintitrés años. En esa misma época esculpió también la Pietà (1498-1500) para San Pedro del Vaticano, que aún se conserva en su emplazamiento original y es la única obra en la que aparece su firma. Su estilo de juventud viene marcado por la gigantesca (4,34 metros) escultura en mármol del David (Academia, Florencia), realizada entre 1501 y 1504, tras su regreso a Florencia. Nació en Caprese, municipio italiano de la provincia de Arezzo, denominado actualmente Caprese Michelangelo en su honor. Comenzó su formación como pintor a los 12 años en el taller de la familia Ghirlandaio y un año más tarde se adentraría en el mundo de la escultura a través de Bertoldo di Giovanni, el cuál le introduciría en el influyente círculo de los Médici. Desde entonces desarrolló una fructífera vida artística entre Florencia y Roma, de cuyo amplio legado destacan dos grandes obras: El David y la bóveda de la Capilla Sixtina.
Como arquitecto no comenzó hasta 1519, cuando diseñó la fachada (no realizada) de la Iglesia de San Lorenzo en Florencia, ciudad a la que había regresado tras su estancia en Roma. Durante la década de 1520 diseñó también la Biblioteca Laurenciana, anexa a la citada iglesia, aunque los trabajos no finalizaron hasta varias décadas después. También emprendió -entre 1519 y 1534- el encargo de hacer las tumbas de los Medici en la Sacristía Nueva de San Lorenzo.

El juicio Final

Esta pintura fue encargada por el Papa Clemente VII, a los pies de la capilla Sixtina, capta la caída de los ángeles rebeldes y otro en el altar sobre la resurrección.
El fondo azul intenso de luminosidad uniforme donde desaparecen las referencias espaciales una imagen donde las figuras giran alrededor de Jesucristo.
Cristo destaca por su tamaño y por estar aislado del resto de las figuras. Se puede apreciar dimensiones de los personajes con altura para compensar la lejanía de punto de contemplación. También podemos ver doble movimiento: Ascensional y Descendente.
También podemos decir que la distribución está dada por zonas con apelmazamiento  de personajes y otras marcadas con vacíos.
La pintura está divida en cuatro franjas,
En el primer nivel desde la parte superior podemos ver el inframundo, a un lado tenemos muertos resucitados y al otro las almas condenadas.
Segundo nivel,  elegidos que se elevan ángeles con trompetas y condenados arrastrados por los demonios.
Tercer nivel  santos, profetas y demás bienaventurados alrededor de Jesús
Cuarto nivel ángeles portando los instrumentos de la pasión.

11.- Rafael Sanzio

Rafael Sanzio nace en Urbino en 1483, hijo de un pintor no demasiado excelente, Giovanni de Santi, pero que tuvo el buen criterio de encaminar los pasos de su vástago hacia el mundo del arte. Será con el padre con quien inicie Rafael su aprendizaje, ayudándolo en el desarrollo de algunas de las obras que tenía encargadas en Urbino, pasando posteriormente a conocer los rudimentos de la pintura de manos de Timoteo Viti antes de ser enviado a Perugia a formarse en compañía de Pietro Vannucci, más conocido como El Perugino.
Pronto, el discípulo alcanzará al maestro, llegando incluso a ser difícil distinguir lo ejecutado por la mano de cada uno de ellos, como se puede apreciar en algunas obras primerizas como Coronación de la Virgen, en la que Rafael colaboró realizando algunas figuras (hacia 1502). Durante toda la etapa inicial de formación del artista va a ser apreciable la influencia del estilo peruginesco en su obra, influencia a la que no se sobrepondrá hasta que no viaje a Florencia, conozca la obra de Leonardo y trabe amistad con diferentes artistas que resultarán del mismo modo influyentes en su pintura (como Fra Bartolomeo), surgiendo entonces un Rafael mucho más personal (que se tornará ligeramente monumental una vez conozca en Roma la obra de Miguel Ángel).
Rafael ha sido considerado históricamente, junto con Leonardo y Miguel Ángel, como uno de los pilares del Cinquecento italiano, además de uno de los grandes genios de la pintura de todos los tiempos. Deudor en sus inicios de influencias quattrocentistas, el  representante perfecto del arte clasicista antes de que éste entre en su etapa de "decadencia" (y Rafael con él en sus últimos años, arrastrado por el potente manierismo miguelangelesco).

Triunfo de Galatea


Composición simétrica; eje central con figura principal, distribución equilibrada de figuras a ambos lados, arco inferior que forman personajes se equilibran con arco superior de querubines cerrando la estructura.
En esta pintura se puede ver el estudio anatómico, el estudio de la temática mitológica, las línea de tensión de flechas que se dirigen con atención hacia el personaje principal, el espacio es inundado de luz brillante y alegre, con la combinación de colores; nacarados de ninfas frente a oscuros de tritones y centauros.



12.- Tiziano

Figura principal de la escuela veneciana del siglo XVI y configurador de su tradición colorística y pictórica. Tiziano, cuyo nombre completo era Tiziano Vecellio, nació en Pieve di Cadore, al norte de Venecia, en 1477, aunque algunos especialistas fechan su nacimiento diez años después, en 1487. En Venecia, fue condiscípulo de Giorgione en el taller de los Bellini. Giovanni Bellini dejó una destacada impronta en su obra. Las obras juveniles de Tiziano se confunden a veces con las del pintor veneciano Giorgione, creando problemas a los especialistas. La primera referencia documental que poseemos de Tiziano data de 1508, a raíz del encargo de los frescos para el exterior del Fondaco dei Tedeschi (Lonja de los alemanes), en colaboración con Giorgione. Por desgracia, los frescos nos han llegado sólo de modo fragmentario. Los especialistas disienten sobre las obras de principios del siglo XVI que deben adscribirse a Tiziano. Entre estas primeras obras deben citarse la Natividad Allendale (National Gallery, ciudad de Washington), todavía atribuida a Giorgione por muchos autores, y El concierto campestre (hacia 1510, Museo del Louvre, París), atribuida por lo general a Giorgione, aunque hoy se piensa que es obra de Tiziano o una obra de colaboración entre ambos. Del mismo modo, los estudiosos del tema muestran unanimidad a la hora de atribuir a Tiziano la Virgen gitana (hacia 1510, Kunsthistorisches Museum, Viena). Esta pintura es una adaptación de una composición de Giovanni Bellini, pero la Virgen presenta aquí un tipo más realista y los colores y texturas tienen una calidad que preludia la obra posterior de Tiziano. En Padua, Tiziano realiza en 1511 los frescos de los Milagros de san Antonio para la Scuola del Santo. Estas narraciones demuestran su capacidad para dotar a las figuras de un sentimiento de aflicción convincente, de vida impulsiva, al tiempo que ordena los hechos con realismo en el marco de paisajes de gran viveza. Tiziano poco a poco enriqueció el idílico estilo de Giorgione. Los cuerpos y los objetos adquieren progresivamente una sensual densidad y esplendor, los paisajes se vuelven más resonantes, la gama cromática gana en intensidad y profundidad pero también en armonía como se observa en Las tres edades del hombre en 1513, Galería Nacional de Escocia, Edimburgo, y Amor divino y amor profano en 1515, Galería Borghese, Roma. El proceso culminó en las bacanales que Tiziano pintó para el duque Alfonso d´Este en una estancia de su palacio de Ferrara entre 1518 y 1522 Bacanal y La ofrenda a Venus del Museo del Prado, Madrid, y Baco y Ariadna, hoy en la National Gallery de Londres.

Paulo III con sus sobrinos

Lo que Tiziano quiere representar en esta pintura es el estudio psicológico de cada personaje, el contraste entre colores vivos, con juegos de luz sobre blancos y rojos intensos, y tonalidades más apagadas de la misma gama. Su composición teatral por que en cada personaje se observa la naturaleza por actitud de dialogo que se establece entre las tres figuras,  sus pinceladas son muy diluidas.








13.- Tintoretto

Pintor italiano, conocido como el Tintoretto por ser hijo de un tintorero, nacido en Venecia en 1518 y muerto en la misma ciudad en 1594. Su verdadero nombre era Jacobo Robusti. Desde el siglo XVII se creía que había sido discípulo de Tiziano y se señalaba la rápida aparición de contrastes entre maestro y discípulo que produce su distanciamiento. Pero en realidad, pese a que desde las primeras obras del artista se encuentran referencias a Tiziano, como en la Conversación de Saulo o en el Ecce Homo, sus inicios se encuentran ligados a la actividad de artistas como Bonifacio de Pitati o del Pordenone, y sobre todo a la difusión en los ambientes venecianos de elementos del gusto florentino y romano, además del estudio que realiza de dibujos y grabados de obras de la Italia central y reproducciones de esculturas de Miguel Ángel y Sansovino.
En sus primeras obras, pintadas a partir de 1540, es evidente un interés por los motivos arquitectónicos de carácter escénico, y por la misma escena trágica, planteada en obras como Salomón y la reina de Saba o Cristo y la adúltera, donde el planteamiento teatral de la composición se une a la voluntad de acentuar la tensión dramática de la acción, mediante fuertes escorzos y gran gesticulación. Este mismo interés se muestra en el Lavado de los Pies de 1547, para el presbiterio de San Marcuola, y en El Milagro del esclavo liberado de 1548. El tema de la intervención milagrosa y la liberación es recurrente en las pinturas de los años siguientes: San Roque sana a los apestados, de 1549, o San Agustín sana a los cojos, donde las formas abiertamente espectaculares y teatrales se conjugan con una gran intensidad emotiva.

La Última Cena

 La última cena es una obra realizada en óleo sobre lienzo por el artista renacentista Jacopo Comin, más conocido como Tintoretto (1518 – 1594). Éste fue uno de los grandes maestros de la escuela veneciana y en sus obras se aprecian los últimos pasos del arte clasicista en pro de las formas más manieristas que ya se anunciaban en Roma de la mano de Miguel Ángel. La última cena es una de las obras que el artista realizó antes de morir. Encargado por la basílica palladiana de San Giorgio Maggiore en Venecia,
Pese a ser un tema muy tradicional el artista ha optado por una composición muy novedosa, la figura de Jesucristo, lejos de ser el eje central del cuadro aparece marginado en una esquina, los protagonistas de la escena se mezclan con personajes secundarios y la ambientación tiene una extraña mezcla entre lo mundano y lo divino que ofrece un aspecto de ensoñación.


Netgrafia

https://es.wikipedia.org/wiki/La_Anunciaci%C3%B3n_(Fra_Angelico,_Madrid)
http://arteinternacional.blogspot.com/2014/04/pintura-del-quatrocento-paolo-ucello.html
http://www.arteespana.com/fraangelico.htm
http://www.artehistoria.com/v2/personajes/2641.htm
http://www.epdlp.com/pintor.php?id=304
http://www.artehistoria.com/v2/personajes/3077.htm

http://www.mercaba.org/Manuel/ARTE/San_Marcos_liberando_al_esclavo_de_Tintoretto.htm

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